La construcción del Palacio de López comenzó en 1857 y la dirigió el arquitecto inglés Alonso Taylor, quien utilizó en la obra piedras extraídas de las canteras estatales ubicadas en las localidades de Emboscada y Altos, Cordillera. Los ladrillos fueron proveídos por las olerías de Tacumbú y las maderas fueron extraídas de los bosques y obrajes de Yaguarón (Paraguarí) y Ñeembucú.
Las piezas de hierros fueron traídas de las fundiciones de La Rosada, Ybycuí. Los mármoles y granitos fueron importados de Europa. Técnicos, escultores y artistas también participaron en la construcción y decoración.
Fotografía de: LCS, Luis Carlos Sanabria (Derechos Reservados)