En esta ocasión hablaremos de aquellos churros que sí se pueden comer literalmente, no de aquellos esbeltos caballeros. Manjares ineludibles que podemos saborear a lo largo del litoral de Balneario Camboriú, esparcidos por toda la avenida Atlántica.
Se pueden acceder a estas exquisiteces en locales dedicados a la preparación de ellos, muy higiénicos y con diseño minimalista pero agradable a la vista, todo muy bien pensando para no destruir el medio ambiente. Además ofrecen milhos (mazorca hervida), agua de coco, sillas, sombrillas de playa, etc.
Pero volviendo al Churro en sí mismo, decir de ellos que son un verdadero manjar y sirven esencialmente como postre o bien para atajar el hambre en la playa mientras nos preparamos al plato fuerte que sería el almuerzo o la cena. Con relleno de dulce de leche o chocolate y aderezos servidos en bandejas preparadas especialmente para el efecto. De día o de noche, con buen o mal tiempo, a toda hora es imperdible el delicioso Churro.
Fotografía de: LCS, Luis Carlos Sanabria (Derechos Reservados)